Un autor se come una magdalena y revive su pasado; uno va a un encuentro y piensa en manzanas, ¿es comparable? Y otra pregunta, ¿qué he hecho para que un problema menor con los maqueros (y maqueras, vale) se convierta en un problema con Grimm? No dejen de leer este apasionante episodio.

Entrada del 14 de diciembre de 2007. Revisada el 16 de marzo de 2023.

Acabo de mirar el archivo de la lista de distribución de Grimm. Ahora lo entiendo. Y claro que me equivoqué. Había pensado corregir alguna exageración o las ambigüedades de la famosa entrada, matizar que no hablo de Grimm, quitar las fotos... me han aconsejado, creo que con razón, que deje las cosas como están, lo hecho hecho, y pase a una entrada nueva.

Habrá que empezar por un par de aclaraciones:

  1. lo que yo escribo aquí lo digo yo (quizás con mi pingüino desenvainado, pero me dejo a mis tribus en casa) y además tiene que ver con lo que pienso (joder, ¿por qué iba a mentir en mi página personal?)
  2. lo que escribo aquí no tiene nada que ver con mi trabajo o mis jefes.

Pero esto de las aclaraciones es aburrido. Empezaré otra vez: Uno ensaya qué es eso de llevar una bitácora personal en un rincón de internet. ¿De qué vas a escribir hoy? Has recibido un correo humorístico que te recuerda que has prometido hablar de los maqueros (vale, y las maqueras) y decides escribir una entrada toca-narices con destinatarios con nombre y apellidos, envías un correo privado con el enlace y esperas la respuesta canónica del género guerra-de-religión «pues los de linux más». Pero lo que en realidad ocurre es que ese correo es reenviado sin más explicación a la lista de Grimm. ¿Resultado? Que un texto voluntariamente bocazas que nace en coincidencia con los Encuentros Grimm pero en absoluto trata de ellos cae como una bomba en el grupo, y uno se convierte ¡al día siguiente! en el enemigo número uno de la civilización, alguien al que se puede insultar con alegre despreocupación. Resulta —creo que se entiende— que así el «y tú más» ya no tiene gracia. Conste que no hago ningún reproche, a lo hecho pecho, el error es mío y si de verdad mi texto fuera una evaluación del Encuentro comprendería el malestar.

No soy yo de huir de discusiones, y me está costando borrar algunos sarcasmos. Pero a lo que no me apunto es a la destrucción por la destrucción. Somos, vosotros y yo, aprendedores. ¿En sentido positivo, qué hemos aprendido de esta historia? Os contaré lo que he aprendido yo. Y sí, no pienso dejar de divertirme mientras escribo, así que me perdonaréis o no la ironía pero esa es mi libertad:

He aprendido que en el mundo de las bitácoras no hay rincones. Hasta ahora escribía para complicadas búsquedas en google, que me traían correos relativos a textos con dos o tres años de antigüedad; ahora sé dos cosas nuevas, que en unos días "grimm desahogo" o "grimm infamia" llevarán a mí durante años, y que la blogosfera es inflamable como la gasolina.

Ahora sé que hay que escribir para cualquier lector, que comprenderá o no el contexto y las connotaciones, escribir también para los que no saben leer. También es verdad que si no te comprenden es culpa tuya, es cuestión de insistir.

He visto confirmado que todo grupo actúa como un organismo con dinámicas defensivas irracionales. Enumeraré algunos fenómenos: invención de la afrenta (¿quién ha hablado mal de Grimm, quién de mafiosos?), totumrevolutum argumental (mis posiciones personales, mi postura profesional y el problema de la incorporación de las TIC a los centros andaluces, o que los cautivos no puedan llegar a serlo libremente), desvaloración de toda afirmación del contrario (¿todas de todo a cien?) y autoalimentación de la ira (que se alimenta de los comentarios y se olvida del texto original).

Siento varias cosas. Las molestias para amigos y personas a las que admiro (puedo admirar a personas que se equivocan, de hecho no conozco a nadie que tenga siempre razón). Siento sobre todo el tiempo perdido, que el nivel de la lista haya bajado significativamente estos días, provocar una tormenta de desahogos y no de razonamientos. Pero lo siento, no puedo sentir lo que no he hecho. Ni quiero dejar de estar en mi sitio.

Se me ocurre una cosa, para terminar. Si es verdad que para entrar y participar en Grimm no es condición indispensable el uso de Macs, solicito oficialmente y por el siguiente mensaje la entrada en el grupo. Para hablar de lo importante, de recursos y de estrategias educativas, y no de malentendidos que nos hacen perder tanto tiempo.

Comentarios a la entrada

From tom - 16/12/2007, 00:19
Buenassss, Con lo que me gustan a mi estos líos...

Como ves yo lo hago al revés: primero escribo en la lista y después copio y pego aquí ;oP

He visto confirmado que todo grupo actúa como un organismo con dinámicas defensivas irracionales. Enumeraré algunos fenómenos: invención de la afrenta (¿quién ha hablado mal de Grimm, quién de mafiosos?),

Yo me considero parte del grupo (aunque últimamente no aparezca) (está bien esto de los paréntesis) pero como no he funcionado dentro del grupo con dinámica defensiva quizá es que no pertenezco donde creo que pertenezco ( que lío) (me están gustando los paréntesis)

Je je je

Que estamos a final de trimestre y ya llevo dos fiestas de Navidad a mis espaldas, más la evaluación, más mis alumnos (y alumnas) de este año que están como verdaderas cabras (y lo que yo estoy disfrutando con ellas)

Siento varias cosas. Las molestias para amigos y personas a las que admiro (puedo admirar a personas que se equivocan, de hecho no conozco a nadie que tenga siempre razón). Siento sobre todo el tiempo perdido, que el nivel de la lista haya bajado significativamente estos días, provocar una tormenta de desahogos y no de razonamientos. Pero lo siento, no puedo sentir lo que no he hecho. Ni quiero dejar de estar en mi sitio.

Hablando de final de trimestre... Yo diría que el nivel de la lista ha decaído precisamente porque estamos a final de trimestre. Esto no es novedad, ocurre cada año. Osease que nadie se ponga medallas por este bajón listero ;oP

Otra cosa... (los puntos suspensivos también me gustan), yo te admiro a ti. ¡Mira que hacer una cosa así justo después de realizar un encuentro Grimm!. Hay que tener narices y, tengo entendido que eres muy bueno en eso de la introducción de las TIC en el aula.

Me gustaría conocerte y compartir experiencias. Me gustaría que formaras parte de Grimm y, como Fran te ha dicho, lo único que necesitas es querer formar parte de un grupo de locos enamorados de la educación, de sus alumnos, de la escuela. ¿Te apuntas?

Un saludo y bienvenido

Teresa Olloqui
tom ;oP

From Roberto - 19/12/2007, 11:00
Ánimo. Parece que en la web2 no es fácil hacer afirmaciones razonables y razonadas. Un saludo.