La plataforma educativa moodle (I)

La hora del e-aprendizaje

E-learning, teleformación, plataformas educativas... son palabras y conceptos de moda, que parece que van a acabar con las formas tradicionales de enseñanza y aprendizaje. ¿Es esto así de sencillo? Vamos a tratar de dar respuesta a esta pregunta analizando el gestor de contenidos educativos libre más popular, moodle. Por Juan Rafael Fernández García.

Historial de versiones
Revisión 0.2 2006-09-03 jrf
Correcciones estéticas; versiones; notas.
Revisión 0.1 2006-04-01 jrf
Primera versión CC 2.0 del artículo de Linux Magazine.

Nota legal. Está usted leyendo La hora del e-aprendizaje, primero de una serie de tres artículos sobre moodle, publicado por primera vez en el número 13 de la revista Linux Magazine, de enero de 2006 (pero escrito en noviembre de 2005). La versión pdf del artículo, a la que le faltan los dos cuadros de texto, puede descargarse en el enlace http://www.linux-magazine.es/issue/13/.

La versión «canónica» del artículo, la única mantenida por el autor, se encuentra en http://people.ofset.org/jrfernandez/edu/n-c/moodle_1/index.html. Está publicada por contrato con la editorial bajo licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 2.0 (-sa-by-nc 2.0).


Índice de la primera parte
I. ¿Una comparativa de plataformas?
II. Un poco de teoría tampoco está de más
III. Primer contacto como usuario

IV. Y en el próximo número...

Cuadro 1: Esto debe ser ficción
Cuadro 2: Instalación de moodle
Imágenes
Notas

¿Una clase virtual más una clase real son dos clases? (Segunda parte del artículo)
Presente y futuro de moodle (Tercera parte del artículo)


Pequeña introducción terminológica al e-learning: moodle (figura 1) es un LMS, clase especial de los CMS. O un VLE. A su vez formas destacadas del CAT de nuestros tiempos. Sencillo, ¿verdad? Las cosas deberían estar más claras de lo que el marketing y el oscurantismo pedantesco nos lo ponen: moodle es un tipo de aplicación que pertenece al género de los gestores de contenidos educativos (en inglés Learning Management Systems), también conocidos como entornos de aprendizaje virtuales (Virtual Learning Managements, en castellano he visto EVA, Entornos Virtuales de Aprendizaje, con un énfasis en la «virtualidad» que comentaremos después), un subgénero de los gestores de contenidos (Content Management Systems, aunque a veces para nuestra confusión se use Course Management Systems, otra vez CMS, o Courseware, para referirse a los LMS).

¿Ha quedado claro? ¿No? Empecemos otra vez: gestores, entornos... moodle es una aplicación para montar y gestionar plataformas educativas. Espacios donde una organización (centro educativo, universidad, academia o empresa) gestiona recursos educativos proporcionados por un profesorado y organiza el acceso a esos recursos por el alumnado, y además permite la comunicación entre los profesores, entre profesores y alumnos y quizás entre los propios alumnos. Algunas plataformas además fomentarán el trabajo cooperativo y la discusión de los temas. Pero ese será un rasgo distintivo, no pertenece a la definición genérica.

¿Todas son herramientas de teleformación? Ah, buena pregunta :-) . La respuesta es no: la «e» de «e-learning» no tiene ver con distancia, sino con electrónica: son herramientas para la enseñanza con ayuda de la informática, sea presencial, mixta o a distancia. Sí hay un énfasis en la «virtualidad» que podemos analizar. Virtual tiene que ver con imaginario o aparente («imagen virtual», por ejemplo), y se opone a real y físicamente presente. Un entorno o un aula virtual sustituyen de algún modo (puede que complementando) a las aulas presenciales. Lo que conlleva que no tengan sentido expresiones como «plataforma virtual» o «enseñanza virtual». ¿Dónde quiero llegar? A que los entornos virtuales pretenden crear un aula donde esta no está disponible, o bien ampliar las potencialidades del aula real. Los entornos virtuales de aprendizaje son eso, virtuales: reproducen el modelo de enseñanza/aprendizaje que tiene el profesor. Si su modelo es transmisor en el aula en su virtualidad electrónica también será cerrado. Si los momentos importantes son la matriculación y la evaluación final estamos manifestando claramente una modalidad de enseñanza, que evidentemente no es la única. La discusión, aprender a razonar y a ser convincente, la investigación en equipo, el reparto democrático de tareas son cosas que también se hacen en la clase. La teleformación es quizás un mal necesario, pero personalmente me interesa mucho más la constitución de redes y espacios de creación colectiva de conocimiento. Foros -en el sentido pleno de la palabra- virtuales.

Por supuesto que alguno de los usos más conocidos es la creación de cursos a distancia, y que algunas plataformas incorporan un sistema de matriculación vinculada a pagos. Pero ni esto es esencial a los LMS ni es la dimensión que me interesa.

Hay otro detalle en el que como docentes debemos fijarnos: se habla casi siempre de enseñanza/aprendizaje, y ambiguamente de formación, no de educación. Hasta nuevo aviso las máquinas no educan, es tarea de personas guiar el proceso y determinar la elección de herramientas y procedimientos para que el resultado sea educativo. Y en la elección de la plataforma será criterio fundamental la herramienta que más contribuya a la comunicación, la discusión abierta y la colaboración, porque son educativas. Sólo entonces será una plataforma educativa.

 

I. ¿Una comparativa de plataformas?

¿Moodle? ¡Qué palabra tan extraña, seguro que es un acrónimo! Pues sí, podemos leer en la documentación[1] que la palabra moodle era al principio un acrónimo de Modular Object-Oriented Dynamic Learning Environment (Entorno de Aprendizaje Dinámico Orientado a Objetos y Modular). Parece haber también un juego de palabras con doodle, hacer garabatos, esos dibujos que pinta la gente de forma distraída cuando se aburre: sería, dice la documentación, un verbo que describe el proceso de deambular perezosamente a través de algo, o hacer las cosas cuando se te ocurre hacerlas, una placentera chapuza que a menudo te lleva a la visión y la creatividad. Las dos acepciones se aplican a la manera en que se desarrolló moodle y a la manera en que un estudiante o profesor podría aproximarse al estudio o enseñanza de un curso en línea.

El desarrollo de moodle fue iniciado por Martin Dougiamas (Martin continúa dirigiendo el proyecto) en los años noventa, por su insatisfacción con la comercial y cara WebCT y para crear una herramienta que permitiera a los profesores de los colegios e instituciones pequeñas explotar el uso pedagógico de internet. La versión 1.0 apareció el 20 de agosto de 2002. La versión 1.5.3 es el 20 de noviembre de 2005. Muchas cosas han cambiado en este periodo de tiempo: moodle se usa en numerosas universidades, institutos, colegios...

El que usa moodle es un moodler. Circula un chiste entre los moodlers hispanohablantes: la comunidad se divide entre los que pronuncian «múdl» y los que pronuncian «modle». Sin comentarios.

Ahora recuerdo que prometía al iniciar esta sección hablar de las comparativas de plataformas. ¿Quieren comparativas? Aquí tienen unas cuantas

Voy a cerrar la sección sin hacer mi comparativa. ¿Por qué? Por varias razones, espero que convincentes:

Más que una comparativa de características nos interesa hacer un listado de criterios que guíe la elección de la plataforma de nuestra institución. Y hay una serie de puntos que son irrenunciables: que el entorno de aprendizaje sea libre y libremente mejorable, que los datos introducidos sean nuestros y podamos reutilizarlos y rescatarlos cuando lo deseemos (ver el cuadro 1 para un comentario subjetivo sobre el tema), que esté internacionalizado, y para mí decisivo es que tenga detrás una comunidad viva y dinámica de desarrolladores y usuarios. Moodle cumple todas estas condiciones.

 

II. Un poco de teoría tampoco está de más

¿Qué tiene moodle de especial? Su carácter libre, el enfoque y la filosofía que tiene detrás. Y la comunidad.

El esquema de Rafael Casado Ortiz[2] (figura 2) nos servirá de introducción. El diseño y el desarrollo de moodle se basan en la teoría del aprendizaje que se denomina pedagogía construccionista social. Para el construccionismo el aprendizaje es particularmente efectivo cuando se construye algo que debe llegar otros (se habla de artefactos: una frase, este artículo, un programa informático). Cito el ejemplo de http://moodle.org/mod/resource/view.php?id=3849:

«Usted puede leer esta página varias veces y aun así haberla olvidado mañana; pero si tuviera que intentar explicar estas ideas a alguien usando sus propias palabras, o crear una presentación que explique estos conceptos, entonces puedo garantizar que usted tendría una mayor comprensión de estos conceptos, más integrada en sus propias ideas. Por esto la gente toma apuntes durante las lecciones, aunque nunca vayan a leerlos de nuevo.»

Pero no estamos ante una psicología individualista: el aprendizaje no se realiza en burbujas aisladas. La construcción de artefactos se realiza en el ámbito de un grupo social, creando colaborativamente una pequeña cultura de artefactos compartidos con significados compartidos. Según esta visión el aprendizaje es un fenómeno fundamentalmente social: el aprendizaje tiene lugar en el ámbito de la comunidad social a las que se pertenece. El papel del profesor sería el de «facilitador» que anima a los estudiantes a descubrir los principios por sí mismos y a construir conocimiento trabajando en la resolución de problemas reales en un proceso social colaborativo.

La wikipedia en inglés tiene un buen resumen de las teorías de Papert[3]. No podemos entrar a exponerlas con detalle ni a reflexionar sobre ellas (el director de la revista no me deja, dice que esta es una revista de informática). Sí me atreveré a colar la figura 3[4], y a afirmar que deberíamos preguntarnos qué hacemos con ordenadores en nuestras clases sin una reflexión previa sobre cómo se aprende y cómo pueden modificar el sistema escolar. Aunque admito que estas reflexiones pertenecen a otro lugar.

Sí es verdad que moodle se está desarrollando en comunidad; son varios cientos los desarrolladores con acceso al cvs de la aplicación y muy frecuentados los foros de sugerencias, comentarios y evaluación de cada uno de los módulos. Es otro éxito y otro producto de internet como comunidad mundial.

 

III. Primer contacto como usuario

Supongamos un sitio con moodle instalado y configurado (la instalación se describe en el cuadro 2). El administrador puede elegir varios modos de dar de alta en la plataforma (su tarea la veremos en la siguiente parte de esta serie de artículos). La figura 4 nos muestra una modalidad típica de la página de acceso.

Hay cuatro clases principales de usuarios en moodle. El modo inferior es el invitado. Un invitado puede visitar algunas páginas (aquellas abiertas a todo el mundo) y leer los foros y descargar los documentos, pero no tiene permiso de escritura en la plataforma y por tanto no puede participar en ninguna discusión. Se puede configurar el sistema para que sea posible entrar en las páginas abiertas como invitado sin tener que realizar ninguna identificación.

El segundo nivel es el de alumno o participante en una actividad. Un alumno tiene que estar dado de alta en la plataforma y puede acceder a los cursos abiertos (autoinscribiéndose) y a aquellos en los que está inscrito.

El tercer nivel es el de profesor, tutor o, en la jerga de moodle, facilitador de un curso. Su nivel de permisos es mucho mayor: puede modificar la estructura del curso, subir materiales, pedir trabajos y leer los materiales elaborados por los alumnos (tareas, diarios)...

Por último es necesaria la existencia de uno o varios administradores.

Por lo pronto vamos a describir la experiencia de un usuario de a pie. Cuando el participante se ha autentificado con su identificador de usuario y su contraseña se le presenta el listado de cursos en los que está inscrito (la figura 5 muestra el listado de cursos y actividades del proyecto Cor-Edux ya presentado en esta serie de artículos). También puede inscribirse en un curso nuevo si el responsable le facilita la contraseña de acceso: basta con que intente entrar y cuando el sistema le pida la contraseña el estudiante la introduzca.

Pero... ¿cómo se estructura un curso de moodle? Tenemos un nuevo ejemplo en la figura 6, la página principal de uno de los cursos del proyecto Edukalibre[5]. Una cabecera y la omnipresente disposición en tres columnas. Las funcionalidades de moodle se dividen en bloques (espacio configurables) y módulos que ocupan espacio en esos bloques. Hay módulos de recursos (enlace a otras páginas, creación y edición de páginas web, subida de ficheros y creación de subdirectorios para alojarlos) y módulos de actividades (foro, wiki, chat, glosario, taller, cuestionario, tarea, encuesta...). El profesor decide cuáles de estos módulos están presentes y visibles en su curso y cuándo.

 

IV. Y en el próximo número...

Hemos agotado el espacio de este primer artículo. Nos queda por ver cómo se utilizan los principales módulos y se saca partido de ellos, cómo se crea y configura un curso, cómo se importan y exportan los cursos y sus datos para que puedan reutilizarse en otro LMS. Y hablaremos de hacia dónde se encamina moodle, sus novedades y los módulos en preparación. De todo ello tratamos en la segunda parte.

 

Cuadro 1

Esto debe ser ficción

Supongamos que nos encontramos en el primer año de un proyecto educativo de gran envergadura. Los responsables son partidarios convencidos del software libre, pero como responsables del éxito del proyecto temen que no esté suficientemente maduro en alguno de sus aspectos y como entorno virtual de aprendizaje eligen una solución comercial, cerrada y aparentemente brillante. Se dicen: sólo será por este año, es una solución provisional hasta comprobar que todo funciona correctamente. Se contrata el uso (más soporte técnico) por un año a un precio caro. Y se prohíbe el uso de alternativas por cuestiones de seguridad: no hay forma de compartir recursos que no sea usando la plataforma cerrada.

Transcurre el año. Los usuarios se dividen entre (a) los que no usan el LMS porque consideran que no necesitan ninguna herramienta de este tipo o no han aprendido a utilizarla, (b) los que se niegan a usarla porque no es libre y los datos que se introduzcan quedan cautivos, y lo dicen, y (c) los que la utilizan de forma entusiasta por las grandes oportunidades y recursos que proporciona una plataforma, cualquier plataforma (qué más gato blanco o gato negro si caza ratones, dicen).

Termina el primer año. Se está negociando el cambio de licencia, se afirma, luego lo más prudente es dejar las cosas como están y contratar un nuevo año (más caro porque el número de centros implicados se ha multiplicado por tres). Durante el segundo año se siguen introduciendo datos en la plataforma, ahora de forma masiva, porque se destacan y premian los recursos producidos durante el primero.

Va a comenzar el tercer año. Se intenta dar una solución al problema (el gasto es insostenible y la contradicción entre software libre y plataforma privativa también). Se convoca un concurso público de plataformas. La elegida tendrá que ser libre, al fin. Deberá cumplir los entándares que permiten importar y exportar objetos de aprendizaje, al fin. Y deberá permitir reutilizar los recursos introducidos durante los dos primeros años. La presión de los usuarios ante el temor a perder el trabajo realizado es muy alta.

Sólo hay una candidata que puede cumplir las condiciones: la propuesta por la misma empresa que había creado la plataforma privativa. Sólo ella conoce cómo se han almacenado los datos y cómo puede rescatarlos. Esa empresa gana el concurso.

Cuando muchos recitan el ya manido tópico de las cuatro libertades le dan un tono entre retórico y utópico que demuestra que no han comprendido. Las cuatro libertades no caen del cielo ni son un invento de un hippy un poco loco, están ahí para proteger al usuario. Sólo el software libre permite que el usuario sea dueño del software que utiliza y de los datos y recursos que maneja. Los datos introducidos en una base de datos opaca son cautivos, equivalen a introducir el caballo de troya de la dependencia dentro de nuestras murallas. Para poder reutilizarlos debemos seguir dependiendo de la aplicación.

Y todos los pasos seguidos han sido correctos, salvo el primero. Es como una partida de ajedrez o la marcha implacable de la lógica deductiva: sólo ha fallado el principio.

 

Cuadro 2

Instalación de moodle

Estos artículos tienen, como todo hoy, la obsolescencia programada. Cuando llegan al kiosko los problemas señalados ya han sido resueltos o sustituidos por otros, el gran descubrimiento es una noticia vieja, las pequeñas astucias (sí, esto es un galicismo pero me gusta) se han vuelto innecesarias... son artículos cargados de historicidad. Cuando escribo la versión disponible en Debian Estable es la 1.4.2, en Testing está la 1.5.2. En el sitio de moodle http://download.moodle.org/ se señala como estable la 1.5.3. El lector queda situado: este es un artículo y sus circunstancias. Supongamos que administramos una máquina de trabajo cara al público; por tanto nada de experimentos, tendremos una Sarge y versiones estables de las aplicaciones. Aprendamos cómo instalar el paquete moodle de Sarge.

Moodle es un ejemplo típico del paradigma LAMP. Estas son las siglas de Linux + Apache + Mysql + PHP. LAMP se ha convertido en uno de los ejes vertebradores de los servicios que pueden encontrarse en internet. Pues bien, antes de instalar moodle hay que tener correctamente instalados los programas en los que se basa. De GNU Linux no vamos a hablar (más bien llevamos hablando de manera indirecta desde el primer artículo),

Apache es el servidor de páginas html, el programa que responde a las peticiones enviadas con el protocolo http por los navegadores web. Un solo detalle: conviene instalar también apache-ssl o el módulo libapache-mod-ssl, para que en el momento de autentificarse en la plataforma las contraseñas no viajen por la red en abierto. Las versiones modernas de apache incluyen la línea

Include /etc/apache/conf.d

en su fichero de configuración /etc/apache/httpd.conf. Esto nos permitirá no tener que tocar este archivo y sí poner nuestras modificaciones y ajustes (la configuración de php y de moodle) en el subdirectorio /etc/apache/conf.d/.

¿Vamos a dejar acceder a nuestro moodle desde otras máquinas, cualquiera, sólo desde mi ordenador de pruebas? Eso equivale a permitir o negar el acceso al directorio donde se haya instalado moodle y se configura en /etc/moodle/apache.conf dejando una de las tres líneas

deny from all
allow from 127.0.0.0/255.0.0.0
allow from all

El siguiente paso es instalar php4 y php4-mysql (o php4-pgsql, porque hace varias versiones que moodle también puede utilizar la base de datos PostgreSQL). Php es un lenguaje de guiones (scripting language) que se integra en las páginas html y permite crear webs dinámicas. En este momento conviene repasar con detenimiento /etc/php4/apache/php.ini para atar bien los cabos de la seguridad del sistema. En dicho fichero también se establece un límite que después puede darnos grandes quebraderos de cabeza

; Maximum allowed size for uploaded files.
upload_max_filesize = 2M

No podremos configurar en moodle la subida de ficheros mayores si en php hemos puesto un límite inferior.

Y llegamos al momento delicado: la instalación del gestor de bases de datos mysql (o PostgreSQL, como hemos dicho). El paquete es mysql-server. Aconsejo instalar de forma paralela phpmyadmin, una herramienta web fantástica para trabajar con mysql. Los problemas pueden venir con la creación de cuentas y permisos. Y con la accesibilidad por red: para poder utilizar phpmyadmin y moodle es preciso comentar la línea skip-networking del fichero /etc/mysql/my.cnf, pero debemos tener mucho cuidado con las conexiones. En principio es razonable fijar

bind-address = 127.0.0.1

Moodle no necesita más porque es el servidor apache en modo local el que consulta la base de datos. También deberemos crear un fichero /root/.my.cnf con la contraseña del administrador de la base de datos y de phpmyadmin. Reiniciamos apache y mysql (/etc/init.d/apache restart y así sucesivamente) para que tomen los nuevos parámetros de configuración.

Ya podemos hacer aptitude install moodle. Nos preguntará la contraseña del administrador del gestor de bases de datos y los datos de la nueva base, que se guardarán en /etc/moodle/config.php. También creará la base de datos (no las tablas). Y un fichero cron que ejecuta periódicamente periódicamente un guión php (limpia tablas, envía correos...). ¿Qué falta por hacer? Nos falta dejar que el sistema cree las tablas donde se van a guardar los datos de la plataforma. En nuestro navegador abriremos la url http://localhost/moodle/admin y seguiremos las instrucciones.

Para terminar podemos comprobar que los datos se han creado correctamente con phpmyadmin (figura 7). ¡Ya tenemos nuestro propio sitio moodle! (figura 8). Se llama Sócrates :-)

 

Imágenes

captura de la página principal de moodle.org

Figura 1: Sitio central de Moodle.

esquema de Rafael Casado Ortiz de los modelos de aprendizaje

Figura 2: Modelos de aprendizaje.

mapa conceptual del constructivismo

Figura 3: Mapa conceptual del constructivismo.

página de autentificación en un sitio moodle

Figura 4: Identificándose en un sitio moodle.

listado de cursos en los que un usuario está inscrito

Figura 5: Listado de cursos en los que el usuario está inscrito.

ejemplo de un curso moodle, del proyecto Edukalibre

Figura 6: Un curso del proyecto Edukalibre.

comprobación de las tablas creadas

Figura 7: Comprobación de que las tablas se han creado.

nuestro propio sitio moodle

Figura 8: Nuestro propio sitio moodle.

Notas

[1] http://moodle.org/mod/resource/view.php?id=684.

[2] http://moodle.org/mod/forum/discuss.php?d=25768.

[3] http://en.wikipedia.org/wiki/Constructionist_learning; sobre constructivismo se habla en http://en.wikipedia.org/wiki/Learning_theory_%28education%29.

[4] Procedente de http://www.uib.no/People/sinia/CSCL/HMM_Constructivism.htm.

[5] http://edukalibre.org/moodle/course/view.php?id=3.